Las negras anemonas

 

Iré sola hacia el vacío
en la noche del fuego y de la tierra,
me iré sola como se van las naves
que no dejan huellas sobre la estela,
y preguntaré al primer ángel que vea
sobre tu recuerdo y tu silencio.

Y estaré con la conciencia
que retumba desde los ojos
hasta los pies de la tierra,
Y veré los edificios y las ciudades
asomarse a la orilla de mi nube.

Me iré sola pero tendrás que recordarme
cuando las negras anémonas florescan
junto al olvido.